domingo, 4 de diciembre de 2011

Medicina mecanicista o medicina holística..,

En los 30 años que llevo ejerciendo como médico, he ido concienciandome cada vez mas de que el enfoque de la medicina que tenemos en el mundo occidental tiene un fallo de base crucial.

La medicina moderna vio la luz en el renacimiento y en lo que se ha llamado el dualismo cartesiano.    Descartes separo el cuerpo, que concernía a la ciencia, del espíritu, concepto en el cual se incluia todo lo concerniente a la mente, a lo psicológico y al espíritu, que concernía a la iglesia.

Hasta hace relativamente poco tiempo, se concebía la enfermedad como una "avería" del cuerpo humano, y el médico era esa especie de "mecánico" al que el paciente recurre para que lo "repare".  SIn embargo, la medicina oriental tiene una conceptualización mucho mas holística, es decir valorando el cuerpo, mente y espíritu como un todo. Para ellos, la enfermedad se produce cuando ese "todo" pierde su equilibrio y empieza a mal funcionar. El médico o sanador es la persona que ayuda al paciente a que él recupere su propio equilibrio de nuevo y consiga la sanación.

En la medicina mecanicista es fácil caer en los tratamientos básicamente sintomáticos. Osea que tratamos, con algún remedio, el síntoma. 

Pongamos por ejemplo la fiebre. El aumento de temperatura cuando padecemos algún tipo de proceso infeccioso (aunque hay muchas otras patologías que pueden cursar con fiebre), es un mecanismo de defensa imprescindible para vencer la enfermedad. Es un gran invento de la evolución. A mayor temperatura peor funcionamiento de virus y bacterias y mejor trabaja nuestro sistema inmunológico, que es el encargado de combatir la infección. Sin embargo tendemos a considerar la fiebre como una enfermedad en si misma que hay que combatir con antitérmicos (aspirina, paracetamol, etc) y en relaidad lo que hacemos es entorpecer los mecanismos que nuestro cuerpo pone en marcha para recuperar su equilibrio. Lo que suele ocurrir, afortunadamente es que el cuerpo es tan sabio y poderoso que frecuentemente "el paciente se cura a pesar del tratamiento".

Algo similar ocurre con la inflamación. En el mismo momento en que se produce una lesión, el organismo pone en marcha toda una serie de acciones encaminadas a reparar el tejido lesionado. Ese conjunto de acciones se llama proceso inflamatorio. Se produce una dilatación de los vasos sanguíneos que riegan la zona dañada, con gran afluencia de células que se encargan "comerse" las células muertas, y aportar nuevos materiales para que se pueda reconstruir el mismo. Esa dilatación es lo que produce el hinchazón y enrojecimiento de la zona. A la vez liberan una serie de sustancias que estimulan los receptores nerviosos del dolor para que ese dolor nos obligue a mantener la zona dañada inmóvil y así facililtar la restituir el órgano dañado, tanto su forma como su función. Y que es lo que solemos hacer inmediatamente tras una lesión: dar antiinflamatorios que impiden todos esos mecanismos mencionados se produzcan. No se dilatan los vasos sanguíneos, no se aportan células y materiales para reparar, no se activan los receptores del dolor y así nos parece que ya está solucionado el problema y hacemos vida normal, con lo que entorpecemos los procesos de autoreparación del cuerpo e incluso podemos cronificar la lesión.

Afortunadamente, en los últimos años se está produciendo un cambio en la manera de entender la medicina que, aunque lentamente, nos lleva hacia una medicina holística que tiene como base ayudar a que el paciente recupere "ese equilibrio llamado salud."

Hasta pronto

1 comentario:

  1. Es efectivamente otra forma de ver la medecina.
    Se trataria tambien de "educarnos" a nosotros los pacientes, y tal vez al cuerpo medico tambien, algunos ponen la venda antes de la herida ... ^_***
    Muy interesante sin embargo.
    Yol

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